Teníamos un sueño

Soñábamos con desarrollar una marca de calidad al alcance de cualquiera.

Soñábamos con disfrutar haciendo lo que más nos gusta.

Soñábamos con ser honestos y vender a precios asequibles.

Soñábamos con encontrarnos a alguien que llevara puesto un reloj de nuestra marca con orgullo.

Soñábamos que pese a las dificultades con las que nos encontraríamos, no íbamos a desfallecer.

Soñábamos con ayudar a gente necesitada en diferentes proyectos cuando la marca creciera.

E incluso llegamos a soñar que venderíamos en el mundo entero.

Y aunque ha costado, hemos conseguido muchos de estos sueños y seguimos persiguiendo otros no logrados.

A día de hoy seguimos soñando, porque soñar alimenta el alma y nos ayuda a mantener la ilusión por hacer las cosas bien.